carlos barrabes

Conocí a Carlos Barrabés de la mano de David Cierco hace mil años. Eran tiempos aquellos en los que aún se dudaba de que fuera a haber un acceso universal a Internet, era la época de brechas digitales y de Plan Avanza. Carlos ya llamaba la atención entonces. Era una persona sencilla, vivaz y apasionada, con las ideas claras. Un visionario capaz de poner toda su capacidad, y es mucha en sacar su sueño adelante.

En aquel entonces ya había empezado su trayectoria ascendente. La tienda de ropa de montaña Barrabés ya era un referente y con ella de la mano, Carlos se estaba posicionando como un referente no del mundo de la ropa de montaña sino del mundo de Internet en general.

Luego he coincidido con él en varias ocasiones, en un avión en París y por supuesto en eventos en Microsoft con la incansable María Garaña. Fue su consultora la que gestionaba la aceleradora de Start Ups de Microsoft en la Open-Ideas, que entonces apenas contaba con un año de vida fuera seleccionada dentro de las veinte start ups de alto potencial de nuestro país. La selección la hicieron miembros de su equipo y de Microsoft sin nunca saber que Carlos y yo teníamos cierta relación.

A Carlos he he oído hablar de las cosas más variopintas, de tecnologías por supuesto pero sobretodo de una visión social, de un mundo en el que la iniciativa, la solidaridad y la colaboración convivan con alegría entre hombres realizados y creativos.

Con los años Open-Ideas fue creciendo, y acabamos  compitiendo  con algunas empresas de Barrabes distintos proyectos, compitiendo en proyectos de desarrollo tecnológico, compitiendo en proyectos de marketing online o de gestión de reputación. Open-Ideas fue creciendo pero siempre mantuvimos un ojo en Carlos y su grupo. Porque siempre se puede aprender y porque siempre hay alguien que puede aportar una idea o una experiencia que te puede ayudar en tu camino. En un mundo donde la mediocridad asoma por doquier conviene tener siempre referentes de nivel moral y profesional en los que fijarse para no perder el rumbo.

Barrabés pese al éxito profesional, ha conseguido mantener sus valores y mantener una visión fresca y disruptiva del mundo. El pasado día 17 otorgaron a Carlos Barrabés el Premio del Día de Internet.  Cuando me enteré sentí una gran alegría, un reconocimiento merecido al esfuerzo y a la capacidad, a la creatividad y a la pasión. Porque aunque cientos de indecentes llenan las portadas de los periódicos, los consejos del IBEX y los premios trucados. A veces, sólo a veces, alguien que lo merece de verdad recibe esa gratificación. Y ese es el caso de Carlos Barrabés.