ECOMMERCE POST COVID. 4 tendencias y una visión de futuro.

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  • La casa, mi refugio. El hogar se ha convertido en el centro de nuestras vidas durante unos meses y con toda probabilidad mantendrá una importancia fundamental durante mucho tiempo. La casa es nuestro refugio, donde nos sentimos seguros, el hogar en toda su dimensión física y emocional. Todos los elementos relacionados con el bienestar en ese entorno son tendencias al alza. Lo primero el cambio en la valoración de las casas con terraza o balcón, un elemento que había perdido valoración en los últimos años y que lo ha recuperado de golpe. Los metros cuadrados en detrimento del estar central y por supuesto el tener jardín o terraza. Pero también los muebles, la decoración, la jardinería, el do it yourself. El ocio en el hogar, televisiones, equipos de sonido.

 

  • Mejor me lo traes. Si la distancia social es el factor clave en nuestra estrategia contra el virus está claro que el ecommerce en general se convierte en una alternativa más segura Muchos hogares han descubierto el atractivo de la compra online, otros lo han ampliado a productos que no solían contar. La mayoría de las casas han establecido un protocolo de limpieza para cuando llegan los envíos que durante semanas se han convertido en el único punto de unión con el mundo exterior. Aquí entran todos los productos, desde juguetes o material de oficina o gimnasio en casa que sufrieron el gran boom durante el mes de abril y que luego se han estabilizado a compras más recurrentes como todos los productos gourmet, libros, instrumentos de música, puzles, vino.

 

  • Your are out. Las personas tendemos a recordar a quien estuvo a nuestro lado en los momentos complicados. Se establece un vínculo emocional que se mantiene en el tiempo. En este caso se recordará a quien estuvo y también quien no estuvo. Los grandes ausentes de este gran reto han sido las grandes cadenas de supermercados. Mercadona sigue sin vender online en algunas de las zonas donde antes sí que vendía dos meses después de haberse decretado el estado de alarma. Carrefour sigue dando tiempos de entrega superiores a los 10 días. Solo el Corte Inglés ha salvado el tipo.

Con esto no queremos desmerecer el enorme y extraordinario esfuerzo que han realizado en mantener la cadena de suministros y la continuidad del abastecimiento en los supermercados físicos pero carece de sentido que si las recomendaciones eran quedarse en casa meses después siga siendo más fácil adquirir productos yendo físicamente con más riesgo para la salud que adquirirlo online.

Pero tampoco han estado muchos pequeños comercios, tiendas, fabricantes de productos de moda, y todo tipo de productores que seguían utilizando únicamente los canales de distribución fija.  O los supermercados de barrio que no han sido capaces de tener tienda online, conozco algunos que permitían pedidos por WhatsApp, pero varios de ellos tenías que ir luego a buscar el pedido tu mismo en vez de haber montado un rudimentario sistema de entrega aunque fuera con un solo mensajero y solo en una franja horaria. Otros en cambio sin medios y de forma artesanal han querido y sabido estar al lado de los clientes en los momentos más complicados.

Los que sí han estado son muchos nuevos jugadores, pequeños ecommerce que estaban luchando por posicionarse e ir ganando mercado, familiarizados con los procesos de ecommerce, con logísticas adaptadas y que solo estaban esperando su oportunidad. Ahora la han tenido, tenemos envíos de jamones, quesos, las tiendas de vino que han hecho su agosto, tiendas de mariscos, de carne o de cualquier tipo de comida preparada. Ellos eran pure players. Lo que sabían las reglas del terreno de juego que ahora se ha convertido en el único donde se podía jugar la partida.

 

  • Los servicios se convierten en online. Existía un proceso de digitalización avanzado en multitud de proveedores de servicios que ahora se visto como se producía un tránsito a todo online. Abogados, gestorías, psicólogos, coach, profesores de idiomas, profesores de música, incluso pilates, yoga, o fisioterapia. Cada uno con sus dificultades, cada uno con su proceso particular han vivido un tránsito repentino al todo online. Por supuesto la vuelta a la nueva normalidad volverá a vivir un resurgir de los servicios presenciales, pero no volveremos a la distribución anterior. Los servicios online han llegado para quedarse, tienen alguna debilidad como el trato más personalizado y la posibilidad de contacto físico, pero también dos aspectos muy interesantes. La disminución del tiempo de desplazamiento para recibir el servicio y la mayor seguridad respecto a la salud. Pensemos que en muchos sectores un factor de decisión será a partir de ahora el tema de la disminución al mínimo posible de los riesgos para la salud.

 

  • ¿Como será el futuro? No es fácil hacer predicciones en un entorno tan volátil y con una crisis económica que afectará también a los patrones de consumo. Las tendencias arriba comentadas se consolidarán y mantendrán por lo menos durante todo el año 2020. Los que se han adaptado a la nueva situación ya no volverán a comprar con los patrones antiguos. Estoy convencido que los grandes supermercados afinarán sus sistemas de ecommerce pronto.

Mi gran duda sigue siendo la moda y el calzado. Desde luego el ecommerce seguirá creciendo como ya venía haciendo y ahora más que nunca pero falta la explosión de algunas de las tecnologías disponibles para que acabe por competir de tu a tú con la venta física. Hablamos de los probadores virtuales, realidad aumentada, sistemas 3D para ópticas, zapatería, moda.

 

Leonard Pera