No se vende a través del precio, se vende el precio

Hablar de precio no significa sólo referirse al valor monetario, sino a todos aquellos factores que determinan el esfuerzo y la dedicación que ha habido de destinar a la fabricación de un producto o la prestación de un servicio, es la tasación que se le impone a aquello que se recibe. El precio es un aspecto muy a tener en cuenta tanto en el comercio tradicional como en el comercio electrónico. Puede basarse en las características intrínsecas del producto o servicio, o puede depender del valor añadido del mismo. Cualquier detalle puede afectar al precio, desde la tecnología, las ofertas personalizadas o el comportamiento del cliente, como dijo Philip Kotler “No se vende a través del precio, se vende el precio”.
La satisfacción que recibimos al pagar un producto o servicio puede venir determinada por:
El diseño
La disponibilidad
Si miramos el precio como un factor marketiniano, perteneciente al grupo de las 4 P´s, podremos ver que es un aspecto muy a tener en cuenta por su importancia y porque es una de las de las principales armas de las que dispone una compañía para ser competitiva:
El precio es una herramienta de marketing para emplear a corto plazo, ya que por su flexibilidad influye directamente a ventas y beneficios.
Es un arma de doble filo, ya que puede ser una ventaja competitiva que marque diferencias o en una guerra de precios puede hacer que la empresa pierda.
Es la única P del marketing que genera ingresos para la compañía.
En función de su valor puede inducir alta calidad si se trata de precios altos o baja si el precio es menor.
En ocasiones es el factor determinante en el proceso de compra final
Una de las principales características de las políticas de precios online, es que por norma general es inferior a la del comercio tradicional. Esto radica en:
El mundo online es un sector muy trasparente, por lo que aquellos que operan en internet deben ofrecer precios competitivos.
Internet permite, debido a su dinamización, la personalización de precios
El comercio tradicional no puede recalibrar sus precios constantemente, Internet si.
En el sector online la demanda es más flexible
Los negocios online tienen menores costes de producción y transacción
En definitiva Internet permite tener acceso a información de manera inmediata y permite conocer en profundidad a las personas a quien nos dirigimos. Estos son los dos principales factores a tener en cuenta a la hora de desarrollar la política de precios online, es decir que nos van a permitir encontrar aquel precio con mayor margen de beneficios. Recuerda siempre que no por vender a precios bajos venderás más.